Ya me pasó con Michael Jackson y ahora me pasa con Braulio Nóbrega. Emprendí una decisiva cruzada en defensa de una persona que yo pensaba que era ideal, reunía todos los valores que aprecio de una persona. Braulio era el patito feo de un equipo, objeto de mofa y burla no solo por parte de sus compañeros sino también por parte de gran parte de la grada, pero aún así, sabiendo sus limitaciones estaba en el campo y luchaba como el que más.
No dudó en meter el pie en cualquier momento y lo dio todo por un equipo que cada verano solo pensaba en venderlo. Pero él seguía allí, esperando su gran momento de gloria en el cual devolver tanto daño como a él le habían hecho. Y cuando salía el campo sólo oía risas, pero en la grada este lateral alta había una persona que se ponía en pie y aplaudía hasta que se le ponían las manos rojas. Esa persona era el presidente de la peña Braulio, una peña creada con objeto de mofa pero que atrajo a gran cantidad de gente que compartía tu sentimiento.
Hoy, sin embargo, pese a pensar que era todo un montaje para sacarte dinero me veo en la obligación de sentir vergüenza al decir tu nombre. Yo también estoy sucio pero aprendí donde está el límite.
Como presidente de tu peña sólo puedo reprobar tus actos y aconsejarte un nuevo presidente para tu peña porque yo dimito. Con él te irá muy bien porque siente lo mismo que tú, te adjunto foto
Hasta siempre Braulio
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COMO CRITIQUES TE CAPO. MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO SABRÉ QUIEN ERES