El mismo temple, el mismo pelo, la misma nariz judía, sus gestos, su humor, su saber estar, todo me hacía indicar que era mi hermano gemelo, Ernesto Sevilla. He vivido separado de él durante treinta largos años y ahora creo que nos merecemos una oportunidad. No he querido preguntar a mis padres por nuestra separación, pero a mi madre la vi muy ilusionada viendo a su hijo el famoso mientras tenía al otro en pijama en el sofá.
Ernesto, hermano, voy a encontrarte. Dejo vídeo con las pruebas
La verdad es que guardais cierto parecido, si...
ResponderEliminarAlmas gemelas... dos triunfadores
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