Hacía ya varios meses que no venías a mis labios y ahora que has vuelto me sigues gustando,
ese sabor fresco, ese olor a peña y entre meados ir chapoteando,
peñistas con tu nombre tatuado en el pecho y chorros locos manchando a los inmaculados,
esa sensación de eterna juventud que siempre te acompaña.
Levantarte por la mañana y seguirte oliendo,
con urgencia al báter te tienes que ir yendo,
un color negruzco te recuerda tu existencia,
ese olor característico que tiene toda tu esencia.
¡Viva el calimocho y las tetas gordas!
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COMO CRITIQUES TE CAPO. MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO SABRÉ QUIEN ERES