No podía dormir por las noches, una sensación incómoda recorría mi estómago, era como si estuviera enamorado de manera continua. Tenía 32 años y aún no lo había hecho, era otra de tantas cosas que todavía no había podido hacer como abrir una botella de champán. Son cosas que se hacen en ocasiones especiales y a mi no me había llegado la hora... hasta ayer.
Llevaba semanas planeándolo, pues últimamente, me sentía muy fajado. Los malos hábitos y mi sedentarismo habían hecho que no me valiera ningún pantalón. Con decisión y coraje baje a la tienda, a la de siempre, como siempre, y con arrojo exclamé:
-Quiero unos vaqueros, azules por favor, unos claros y otros más oscuros. Son para salir de fiesta, o sea, que tengan algún detalle, no me los saques lisos.
El dependiente, abrumado por tanta información, empezó a sacar decenas y decenas de pantalones. Abrumado le mandé parar alegando que si me valían los primeros no me probaría más. Tras más de media hora pantalón arriba pantalón abajo en un probador bastante indiscreto, me decidí por dos pantalones que me dejaban un culito impresionante.
A la hora de pagar llegó mi momento, le pregunté... ¿cuánto es? y en vez de echar mano a la sección billetes, saqué una reluciente tarjeta de crédito con mi nombre y apellidos. La inexperiencia me hizo olvidar de enseñar el dni, pero orgulloso lo mostré y procedí a pagar. Era mi primera vez, mi primera tarjeta de crédito, una sensación de comprar sin tener que tener dinero, el negocio del siglo, mientras ese dinero seguirá generándome unos cuantiosos intereses que quizás alcancen el céntimo de euro.
Nada más llegar a casa corrí a la banca on-line a ver si se había cargado la transferencia y allí estaba.... compra en los Almacenes Barcelona... que orgullo comprobar que pese a mi corta edad no van quedando barreras en mi vida... y es que, qué más me queda ya aparte de montar en globo... ¿la muerte? ¿ser gay? ¿descorchar una botella de champán? ¿hacer el amor en vez de follar? ¿beber vino en las comidas? ¿ducharme todos los días? ¿bailar?
No lo sé pero tampoco me importa
Mentiroso!cuenta las otras 2 veces que intentaste pagar con tarjeta. Y por cierto, exijo fotos de los pantalones para poder reirme agusto
ResponderEliminarMentiroso!cuenta las otras 2 veces que intentaste pagar con tarjeta. Y por cierto, exijo fotos de los pantalones para poder reirme agusto
ResponderEliminarLas otras veces era con tarjeta de débito... esta era con una auténtica tarjeta de crédito.
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