Caminaba yo el sábado, cabizbajo y meditabundo dados los últimos acontecimientos vividos, por mi ciudad cuando de repente oí una discusión entre una pareja. Yo, amante del cotilleo sin igual, afiné mis auriculares para enterarme de la conversación.
Estuvieron hablando de sus problemas y la conversación se iba subiendo de tono, hasta que en un arrebato final de la muchacha exclamó...
-¡Pues ahora me voy a follar al primero que pase!- Mientras se sentaba en un banco viendo como su novio se perdía en la lejanía
Miré a un lado y al otro, me volví para atrás y pensé... ¡Coño! ¡Si estoy solo!. Como el que no quiere la cosa, pasé por delante suyo esperando ser sodomizado por ella... pero no me dijo nada. Me paré enfrente suyo y me encendí un cigarro. Ella sentada en el banco y yo haciendo como que miraba el móvil enfrente suyo. Ni me miró.
Cuando me terminé el cigarro me fui, di cuatro vueltas a la manzana pasando por enfrente suyo, una vez silbando, otra vez canturreando, pasé haciendo la foca delante suyo y haciéndome el cojo, le pregunté la hora, y al final, como siempre... nada de nada.
Y es que cuan iluso soy que pienso que la vida es como en las películas porno, y sin embargo, esta vida es más parecida a un convento de clausura
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COMO CRITIQUES TE CAPO. MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO SABRÉ QUIEN ERES