DEFENDIENDO AL CIUDADANO

Caminaba yo por los alrededores de la Aljafería, cuando una joven quinceañera con sus ojos llenos de lágrimas, acudió corriendo a mi.

-¿Co, eres batanero? me preguntó.
-Si, soy yo.
-Pero...batanero... ¿el defensor de las causas justas, el robin hood del siglo XXI, el que va más allá de la propaganda para entrar en el problema en si?
-Si, hija, así me llaman.
-Tengo un problema, co. ¿Ve usted estas bonitas adelfas que rodean este parque? Pues estas adelfas están siendo fruto de un ataque por parte de mis semejantes. Son usadas reiteradamente para hacer aguas menores e incluso mayores. Aparte de esto, son usadas para hacer botellón, y las más afortunadas, las usan para cometer pecado capital, la lujuria, ya sabes...
-Pero hija mía, ¿acaso no es mejor que meen en las adelfas antes de que vayan a vuestros portales a mearse, a beber o a explorarse mutuamente?
-Si, co, pero es que luego van nuestros niños, nuestros famosos niños que carecen de ludotecas y meten la mano y se ensucian. Incluso nuestros perros meten el hocico para olisquear la mierda ajena.
-¿Y que solución crees que debería haber?
-Baños públicos
-¿Baños que pagaremos todos? ¿Baños que servirán para drogarse y hacer fechorías? ¿Baños con olor pestilente que hasta las ratas huirán del lugar? ¿Baños en los que entrarán tiñosos? ¿Baños que pagaremos todos tengamos o no tengamos niños-perros? ¿Baños objeto de vandalismo?
-Si, co. Esos baños.
-Más vale adelfa meada que baño hundido
-¿Tú crees?
-No, pero tenía que calzar la frase
-Gracias batanero
-¿Te vienes a tomar algo?
-No galán, eres viejo y feo
-Y tú gorda y sebosa