domingo, 14 de noviembre de 2010

CONOCIENDO A MI SOBRINA

Ayer fue el día más esperado, por ahora, en esta vida. Tras gastarme la módica cantidad de cien euros cogí un AVE y marché a la gran capital, la capital del reino, Madrid. Hora y media y un viaje en cercanías mezclado con el poblacho, y me presento en el populoso barrio de Aluche.

Allí estaba ella, aparte de mi hermano y cuñada, esperando a su tío, su tío Gilito. En un principio estábamos tensos, pero al final entramos en contacto. Al principio, como siempre, torpe, ella nerviosa, yo también, pero en un momento de lucidez nuestras miradas se cruzaron, no era una mirada perdida como la de cualquier crío, era una mirada dura, áspera que penetró hasta los confines de mis secretos.

Me miró y le miré, me preguntó quien era, y le dije que era el hermano de su padre, y me dijo que porque era así y yo le dije que cada uno es como es, y me preguntó que si ella iba a ser como yo, y yo le dije que esperaba que no, y me preguntó como era de pequeño y le enseñé mi foto, y me preguntó como sería ella de mayor y le enseñé otra foto

Lloró, yo también

3 comentarios:

  1. Jajajajajaja!!!
    Jajajajajaja!!!
    Jujujujuju!!!
    En qué momento has llevado pintados los ojos de azul?
    Jijijijiji!!

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COMO CRITIQUES TE CAPO. MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO SABRÉ QUIEN ERES