Habréis notado que he estado ausente estos últimos días, y pese a que no he recibido ningún comentario sobre eso, os voy a contar por qué. Tengo una webcam.
Muchos, o quizás ninguno, os preguntaréis por qué, pues no sé como llegó a casa pero mi hermana la trajo. Al principio no sabía como usarla, pero tras unos buenos brillos y un buen enfoque encontré mi perfil bueno. Ansioso de vivir nuevas experiencias delante de una cámara y con mi pijama limpio, me lancé al mundo del chatroulotte.
He de decir que primero estaba tenso, no sabía como actuar delante de la infinidad de señoritas que tenía al otro lado, pero tras ver cien o doscientas poyas, tíos pajeándose, otros tumbados desnudos luciendo cuerpo, diez o veinte musculitos haciendo posturas y quizás una o ninguna mujer normal, perdí toda vergüenza.
A la primera mujer que aguantó más de un segundo conectada le bailé la danza del vientre, y cuando se despistó le dejé ver la goma del calzoncillo. Contorneandome como una vedette y buscando el momento adecuado, accedí a lo que me parecieron sus deseos sacándole mi sable láser. Desconozco si su sonrisa reflejaba miedo, vergüenza o pánico, pero inmediatamente quitó la cam.
Y así paso ahora mis días, bailando delante de una cámara para uso y disfrute de las mujeres. En el fondo, sigo siendo un galán.
En la primera foto edita la tuya girando la mirada hacia la chica. quedara mucho mejor.
ResponderEliminarDe nada.