MI ÚLTIMO VIAJE

Mañana vuelve a ser mi último día. Me despedí de Teruel en Julio y ahora toca despedirse de los viajes de turismo sexual valenciano. Y es que los años son un duro lastre que hay que llevar en las costillas, lo que, sumado a que tengo que viajar con jóvenes llenos de vitalidad y que se recuperan antes, hace que se me hagan ya muy cuesta arriba los viajes.

Grandes experiencias he vivido por Valencia, Benidorm, Canet y mañana Villarreal, grandes momentos que hicieron que en su día mereciera la pena viajar, pero entiendo que hay que dejar paso a los jóvenes que gastan antes los profilácticos que yo. ¿dónde va un chaval de 23 años conmigo? Yo no tengo ningún reparo en ir con él, pero tenemos prioridades distintas y un salto generacional y cultural descomunal.

Así pues, mañana petate en mano, me voy a Villarreal a dormir en una pensión de mala muerte, allí donde se esconden los expresidiarios, a darlo todo, a quemar contenedores, asaltar máquinas tragaperras y a destruir mobiliario urbano. Y el domingo, con más ganas de vomitar que de vivir, a ver el fútbol, recibir algún porrazo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, para luego volver a casa entre arcadas.

Si alguien espera verme por Villarreal estará muy equivocado. Esta vez voy de incógnito...

Hasta siempre Comunitat Valenciá