A JUGAR AL PADEL

Lleva meses sobre mi mente la idea de hacer algo de deporte, poner a tono mi cuerpo, ejercitar esos músculos que tantos años llevan parados, volver a sentir el sudor sobre mi frente. Hoy es el gran día, hoy voy a jugar al pádel.

Rebuscando entre las ropas de mi armario, he encontrado mi viejo chándal de táctel que pensaba que ya se habría autoconsumido. Con delicadeza, ya que es más sensible que un pergamino, le he quitado todas las pelotillas antipolillas que llevaba y me lo he puesto. Me viene un poco corto, pero para pasar el día me vale.

Para la parte de arriba he escogido mi vieja camiseta de hacer deporte. La verdad que aquí si que tenía para elegir entre mis tres camisetas interiores de marca Abanderado. Tenía la camiseta azul, la blanca y la de color carne que finalmente es la que voy a llevar puesta.

El calzado sí que ha sido un problema. No tengo zapatillas para hacer deporte, así que voy a tener que ir con las que uso para salir, trabajar, ir por casa, etc etc. No creo que se note mucho al ir acompañadas por un par de calcetines blancos con las típicas rayas azul y roja que voy a llevar como bandera. Y como dice mi madre, el calcetín siempre bien estirado.

Ya como complemento voy a llevar una cinta para el pelo, que aunque lo llevo corto evitará que el sudor se me meta en los ojos.

Así que, amigos, que tiemble el mundo que vuelve el  Pete Sampras del pádel. He vuelto