Han pasado más de tres meses y aún maldigo el día en el que decidí romper contigo. Pensé que sería lo mejor para los dos, puesto que ya llevábamos mucho tiempo juntos y necesitábamos un poco de libertad pero el tiempo me ha quitado la razón. Últimamente vivía solo para ti pero tú ya apenas me aportabas nada. No niego que soy algo raro y enseguida me canso de la gente, pero contigo ha sido con la única que he sido feliz.
Vivimos juntos infinidad de situaciones, las buenas, las malas y las que nunca podremos contar. Contigo fue mi primera vez, contigo me tomé mi primer combinado, contigo tuve mi primer trabajo, contigo me hubiera gustado estar en comisaría pero aquel día no te dejaron entrar... tú no habías hecho nada.
Y llegó el día en que decidí romper con mi pasado y ser una nueva persona, y me despedí de ti. Nunca más hemos vuelto a vernos, ya nunca hemos juntado nuestros labios. Y ahora, después de todo este tiempo, no puedo borrarte de mi mente. Me levanto y desde ese primer momento, no hago más que pensar en ti. También pienso en ti cuando me monto al coche, cuando me tomo un café, cuando meo o cuando duermo, siempre. Pienso en lo felices que volveríamos a ser, en la de cosas que nos quedaron por hacer, y en todos mis pensamientos futuros siempre salimos juntos. Pensé que la ruptura sería más fácil, pero todo se ha vuelto cuesta arriba.
Ahora, y quizás de la manera más cobarde que conozco, utilizo mi cuaderno de bitácora porque no tengo valor para decírtelo a la cara para decirte que te quiero y que no puedo vivir sin ti. Y sino hemos vuelto todavía no es por ti, es por mi. Me he vuelto un huraño y no soy lo que te mereces.
Desde la lejanía solo decirte:
Tabaco, te quiero
:( esta muy lindo
ResponderEliminarGracias
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