Mi querido y amado abuelo es una persona que en los treinta años que tengo de vida no he visto en el bar. Siempre ha dicho que los bares son sitios de vicio, que solo se va a beber y a fumar, y nunca ha tenido una palabra buena para aquel que frecuenta esos sitios.
Hoy estábamos él y yo solos en casa y me tocaba hacerle la comida. Hoy me ha ofrecido irnos a comer al bar.
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COMO CRITIQUES TE CAPO. MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO SABRÉ QUIEN ERES