Nuevamente cinco de marzo. Y no por ser un día distinto voy a ser menos cansino. En una España "democrática", donde hay una ley llamada de la memoria histórica, tantas veces criticada por mi, donde con esa ley se supone que se restituye la dignidad de los vencidos en las distintas contiendas civiles vividas en España y donde se nos cae la baba por poner monolitos a los caídos tanto por Dios como por la libertad, se está cometiendo uno de los mayores ultrajes a la dignidad de las personas.
En una ciudad llamada Zaragoza se celebra la victoria en una batalla entre pueblos hermanos hace 175 años. Doscientos carlistas fueron asesinados en esta ciudad por defender unos ideales a manos de otros españoles. Y que nadie piense que los carlistas eran gente rara, ni filibusteros ni invasores extranjeros, eran simplemente hombres en busca de un sueño.
Nunca caerán en el olvido
Un carlista dolido
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