Tanto con ir a Valencia, tanto con ir a Valencia y resulta que nos quedamos en Sagunto, en Canet de Berenguer para ser exactos. Es lo mismo que al que le dicen que va a ir a DisneyWorld y lo llevan al parque de atracciones. Yo que había llenado mis bolsillos de profilácticos con la intención de hacer realidad el mito de que las valencianas son unas guarras, y al final me los volví a traer de vuelta.
Pero lo que de verdad me impresionó es que estando perdidos sin saber donde estábamos, nos encontramos a Cabecica, habitante de Caminreal. Ya puedes hacer cualquier cosa en el rincón más oscuro del mundo, que al final siempre te ve alguién conocido.
Resumiré un poco el día, cervezas, cena, toros, andar, discoteca, andar, cazar pulpos como sirenas al borde del mar, almorzar huevos de hace dos meses, ver un streptease, dormir, comer y volver. Como recuerdo os dejo estas instantáneas que hice del amanecer allá donde los afortunados follan en los coches y nosotros cazábamos pulpos.
Cuando las hice me parecieron preciosas, hoy me parecen una mierda. La fotografía tampoco es lo mío, sigo buscando algo que se me dé bien.
Algún valenciano o valenciana te linchará al final...
ResponderEliminarNo creo, en el fondo les tengo un gran cariño y un gran aprecio. Aunque es lo más parecido a un guiri español
ResponderEliminarLo más parecido a un guiri español...eres tú. Reconocelo, llevas calcetines con sandalias.
ResponderEliminarEs cierto, lo reconozco. Pero hay cosas peores... te lo aseguro
ResponderEliminar