No era un domingo cualquiera, era un domingo especial. Alguien había hecho que no pudiera vivir uno de mis apasionantes domingos basados en internet, porno, merienda y siesta. Me habían hecho salir de casa.
Ante mi se abría un mar de dudas ya que hacía muchos años que no salía un domingo. ¿Qué se hace un domingo por la calle? No lo sabía, pero ahí fui.
¿Y no notáis algo raro en la foto?
Así es, amigos, un animal se puso a mi lado sin morderme ni bufarme. Tenía un nuevo amigo, amigos distintos de los que hago un sábado por la noche. Un amigo que tenía más intelecto que cualquiera que me junto en un sábado.
¡Qué paz debía de irradiar! que hasta las fieras venían a reposar a mi vera.
Y eso sin contar que llevaba camisa como cuando iba a misa los domingos. Pero tal y como los sábados, al final de la noche llegan los enfados y las riñas. Y ese amigo fiel que se sentó a mi lado saltó a morderme y a arrancarme mis últimos alientos de vida.
Gracias a Dios, sobreviví
JAJAJAJAJA. VAMOS A COBRARTE DERECHOS DE IMAGEN. FIRMADO: LOS PROPIETARIOS DE LA BESTIA.
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