Y entre el populacho saldrá un hombre anónimo que predecirá los hechos que acontezcan en el mundo, pero siempre desde su humildad. No solo será profeta, sino un gran hombre, dará lo que tenga por vosotros, os pedirá prestado pero os lo devolverá, será como mi segundo hijo... y se llamará Javier.
Aquí me tienes Padre, para lo que quieras. Soy tu siervo, soy tu esclavo, mi única misión será predicar tu palabra.
Yo, Javier, aunque a partir de ahora me podeis llamar el nuevo profeta, predije el resultado del Valencia-Zaragoza y la gente me miraba mal. Terminó el partido y la gente me seguía mirando mal, pero acerté.
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COMO CRITIQUES TE CAPO. MÁS TARDE O MÁS TEMPRANO SABRÉ QUIEN ERES