miércoles, 3 de marzo de 2010

CAMBIANDO LA BOMBILLA DE UN FIAT PUNTO. DOS SEMANAS DESPUES O TRES

Levanté mi pie, escupí sobre los cristales esparcidos por el suelo, y me dirigí al maletero a recoger la bombilla de repuesto. La saqué con el mimo de una madre hacia su hijo recién nacido, no le quité ni el protector que lleva para que no la toques, y me acerqué nuevamente al foco. Me dispuse a colocarla, sin saber si luego sabría ponerlo todo en su sitio, pero aquel era mi momento, el momento de la victoria.

Me agaché e introduje la bombilla en las pestañas correspondientes, cuando de repente, un hilo continuado de espuma rabiosa empezó a salir de mi boca. Mi vena frontal empezó a palpitar, los ojos fuera de las órbitas, las rodillas temblorosas, y no, no amigos, no me había pinchado con una jeringuilla. Algo pasaba, si tenía tres pestañas... ¿por qué la bombilla solo tenía dos? ¿es cierto lo que pienso?

Maldije mi estampa, me senté en el suelo, y pensé... ¿cuáles son las posibilidades de fundir una bombilla de un coche y que la de repuesto no sea la de ese coche?

Así que, sin recrearme en mi desdicha, llamé al leasing y luego al taller, y para evitarme explicaciones les dije claramente:

-Hola, soy un inútil y no sé cambiar la bombilla. ¿Cuándo puedo llevarlo a que me la cambien? Vale, gracias.

INFORMACIÓN DE INTERÉS PARA EL CAMBIO DE LA BOMBILLA
-Quita el gorro para tener acceso a la bombilla
-Encima de la bombilla, donde no llegan los ojos, hay como un clip que atrapa a la bombilla, dale
-Retuércelo y déjalo libre para luego con un simple tirón sacar la bombilla
-Sustituye la bombilla


El resto de los pasos supongo que serán a la inversa, pero el destino no me ha dejado saberlo. Aun.

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