Hoy, martes 2 de junio de 2009, ha aparecido mi USB o pendrive, llamarlo como queráis. Yo, que había desconfiado de Dios y de la gente, vuelvo a confiar.
Desconfié porque cuando perdí mi DNI nadie me lo devolvió, y eso que aquella vez si que confiaba, pero no tengo más motivos para desconfiar. Ese San Antonio, Sagrado Corazón de Jesús o quien haya sido, cuando perdí mi título universitario, me lo encontró entre las fotos de boda de mis padres. Cuando perdí mi carnet de conducir me lo encontró entre los calcetines, aunque ya lo había denunciado.
Y ahora, que sólo habían pasado dos días desde que denuncié su desaparición, me lo ha devuelto.
Eso si, en el Ayuntamiento de Huesca me lo dejé, pero ya he movido mis hilos para tenerlo mañana otra vez en mis manos. Y nunca más lo perderé.
Ante la imposibilidad de poner la foto de mi USB, os pongo un poco de carnaza, eso si vestidas para no herir sensibilidades, que esto siempre gusta.
Perdóname, pero me cuesta creer que esos hilos que has movido para recuperarlo vayan a ser eficaces... Si no es que lo hace para reirse de tí delante de la gente cuando te lo devuelva...
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