CONVERSACIONES CON DIOS NUESTRO SEÑOR

-Hola Javier, ¿cómo lo llevas?
-Bueno, ahí vamos, tirando como siempre. Estoy un poco desconcertado. ¿Sabes Dios que hay gente que no cree en ti?
-¿¿¿Cómo???
-Como lo oyes, hay gente que reniega de tu existencia, que niega tu creación y no solo eso, sino que crucifica al que te sigue.
-Pero eso... ¿cómo puede ser? ¿entonces como se creó el mundo?
-Dicen de la ciencia y no se qué, que si las células y todo parejo.
-¿Y de donde salieron las células?
-Pregúntaselo a ellos, que son los eruditos. Yo solo soy tu humilde siervo.
-¿Y qué más cosas dicen de nosotros?
-Que si somos unos pervertidos, que si niño que vemos niño que nos follamos, que si el nivel de creencia es inversamente proporcional al nivel de inteligencia, etc etc
-Pero eso Javier... me duele
-A todos nos duele, pero más cañonazos llevó Belchite y ahí sigue
-Javier, quiero que tengas una misión. Cuando salgas por las noches, tú que te mueves por círculos oscuros, debes inculcar la fe a los herejes. No hace falta que los quemes, de eso me encargo yo, pero intenta recuperar alguno.
-Así lo haré. Como dice el refrán, una comida sin siesta es como una campana sin badajo. Yo seré tu badajo.
-Ea, tira pues. Que te guardo un hueco aquí a la derecha del padre. Por cierto, ¿puedes seguir poniéndome fotos de chicas?
-Si tú me lo pides si... pero solo porque me lo pides tú, no quiero que piensen que estoy más enfermo de lo que estoy.